Los recortes que propone el actual Gobierno no son sino una
involución y un atentado contra los derechos humanos. La educación, al igual
que la sanidad, no son un gasto, sino una inversión. Está demostrado que
aquellos países que invierten en I+D (Investigación y desarrollo) se desarrollan mucho más rápido y de manera
más eficiente. Y sin embargo, nuestro gobierno no hace más que poner trabas y
problemas, metiendo hasta el fondo la tijera, mientras rescatan bancos y se
inflan los sueldos, encaminándose hacia lo que parece un régimen cacique y
dictatorial, en el que la mentira y el robo por parte de los de arriba se
convierte en el pan de cada día, aumentando las desigualdades sociales y
poniendo a los que están abajo en una situación cada vez más complicada. Todos conocemos la situación actual de crisis
de un sistema económico obsoleto que sufre sus últimos estertores. Pero la
crisis no es sino la excusa perfecta para implantar leyes abusivas que acaban
con todos los derechos sociales por los que nuestros padres y abuelos lucharon
30 años atrás.
“Un pueblo que no sabe leer ni escribir es un pueblo fácil
de engañar” Ernesto Guevara.
Sí que sabemos leer y escribir, sin embargo, somos
ignorantes en muchos aspectos. Los medios nos bombardean con términos que
asustan mucho, y provocan una sensación de miedo e histeria colectiva. Nos
manipulan lo que quieren. Porque, realmente
¿cuántos de nosotros entendemos sobre el Íbex 35, acciones, y demás
términos económicos?
La ignorancia es lo que provoca el miedo, y es lo que nos
hace vulnerables. El sistema educativo que hemos tenido hasta hora tenía
bastantes puntos flojos, pero en vez de mejorarlo, lo están destruyendo por
completo.
Si la educación es un Derecho, ¿Por qué quieren quitárnoslo?
¿Vamos a permitir que nos devuelvan al fondo de una sociedad clasista en la que
sólo los ricos pueden tener acceso a una enseñanza digna? Nos son más listos,
no son más capaces que nosotros. Vivimos en una sociedad que nos ha hecho creer
que el dinero es lo más importante, pero no es así, el dinero fue inventado
para servir a las personas, y no al revés. Las personas no pueden ser esclavas
del dinero. En este país, como en muchos otros, dinero tienen sólo unos pocos.
¿Qué tenemos el resto? Tenemos nuestra cabeza, nuestra
habilidad para pensar, para crear, para inventar. Y para seguir desarrollando esa capacidad
necesitamos que se nos siga educando, necesitamos seguir aprendiendo. Nunca se
deja de aprender. La enseñanza es lo que no hace libres. La educación no
consiste en memorizar una serie de términos, u operaciones matemáticas. Es
mucho más. Es construir seres humanos capaces de desenvolverse en el mundo, de
pensar por sí mismos, de desarrollar una capacidad de juicio y decisión.
A los de arriba no les interesa, claro que no. Si
permanecemos ignorantes, podrán seguir manipulándonos y estafándonos. Pero no
les vamos a dejar. Es el momento de decir basta. Ya hemos agachado la cabeza
durante mucho tiempo. La educación es nuestro derecho; de los niños, de los
adolescentes, de los jóvenes, de los padres, de los profesores… es de todos. Y
vamos a pelear por ello. Es el momento perfecto para reconstruir y replantear
el modelo educativo, y tenemos que
hacerlo entre todos, porque es de todos.
Se nos ha adoctrinado para que nos conformemos, para que no
cuestionemos las cosas, para que pensemos que no se puede hacer nada. Nos han
robado en gran parte nuestra capacidad de iniciativa, desalentándonos; somos la
generación perdida, la generación de jóvenes en paro, sin futuro, sin
oportunidad de independencia. La generación ni-ni, nos llaman. Y hasta ahora
nos hemos callado. Ya basta. Claro que se puede hacer algo. Vamos a
demostrarlo. Podemos cambiar las cosas.
No debemos olvidar, que fue una sola mujer; Rosa Parks, una
costurera de Montgomery, la que, negándose a ceder su asiento en el autobús a
un hombre blanco desencadenó todo el boicot por parte de los negros contra los
autobuses de Alabama. Fue la que provocó que un señor llamado Martin Luther
King hiciera una marcha multitudinaria en el Mall del Washington, y dijera; “he
tenido un sueño”. Fue la que ha hecho posible que hoy un negro sea Presidente
de los Estados Unidos. Una sola mujer. Si somos miles los que damos un paso… imaginad
lo que podemos hacer.