Si el reloj se rompiera
aquí, ahora
ver tus ojos quisiera
sin más demora.
En vilo suspiros,
la noche cerrada
las velas marchitas
en una hora acabada.
Rápido y lento,
la manta, tu espalda,
dulce tormento
senda vedada
camino prohibido
a partir de mañana.
Bésame hoy,
que el día se acaba,
y después de dormir
quién sabe si al alba
será todo un sueño
la ilusión demorada
de esta pasión sin dueño...
Que tu me acompañas
en horas sombrías
y el resto, a la luz,
las dejas vacías
esperando a la noche.
Que caiga el velo estrellado.
Ese dibujo dactilar
grabado
a fuego en la memoria.
Llévame otra vez a la gloria.
La vida en pausa
es angustia
teñida de conformidad.
Si el amor es el amo
caprichoso del tiempo
dejarlo varado
no es sino castigo
para dos enamorados.