miércoles, 23 de noviembre de 2011

REVOLUCIÓN


Hablar de política estos días es complicado. Es complicado porque todo son críticas, qujas, pero es un tema que no se puede dejar a un lado. Nos han defraudado. Nos han estafado. Nos han fallado de la manera más descarada. La democracia ha quedado obsoleta. 
La gente lo sabe, se empieza a dar cuenta. 
Algo va a estallar en el mundo dentro de poco, lo presiento. Algo va a cambiarlo, no sé si a mejor o a peor, no sé si dentro de un mes o de dos añis. Pero se acerca una revolución; o, en realidad, muchas. 
Y es inavitable. Ésto no da más de sí. 

Analicemos la situación. El mundo, ahora mismo, está dividido en dos. 

Nosotros vivimos en el primer mundo. Un universo que se ha acomodado en la llamada "sociedad del bienestar". Una sociedad que se ha creado para ternos adormilados, acomodados, atontados. Mucha información manipulada. Muchas mentiras escondidas en demagogia y unos políticos que bailan al son de Don Dinero. Y los cuidadanos ¿Por qué nos quejamos? Porque nos bajan las pensiones, nos retrasan la jubilación, no encontramos trabajo, nos suben los impuestos, y, a pesar de todo, sigue sin haber dinero. La crisis va a peor y a peor. Y entonces lega la gran amenaza: La privatización. De la enseñanza. De la sanidad.  Derechos sociales indiscutibles, que muchos se dejaron la piel por conseguir. Respecto a ésto, de momento sólo diré una cosa. Citando al Ché Guevara: "Un pueblo que no sabe leer ni escribir es un pueblo fácil de engañar." Si el aprender va quedando reservado a unos pocos ¿Cómo va a poder quejarse la mayoría? Tendrán que creerse lo que se les diga.

Y ahora, analicemos el otro mundo. Ese que sale a veces por la televisión y que nos da tanta pena. Hambre, enfermedades que Don Dinero no tiene interés en curaro o tratar. Tiranía y gobiernos completamente corruptos. Guerrillas en las que se usan las armas que Don dinero financia. Y una deuda acumulada de millones y millones con el primer mundo, cuando, curiosamente, el primer mundo no hace mas que robar y robar. Y muerte. Muerte por todas partes.
Volviendo entonces a nuestra sociedad del bienestar... ¿Nos quejábamos porque...?

La desigualdad y la injusticia es tan abismal que quita el aliento. Y sin embargo, ambas situaciones tienen la misma cara de la culpabilidad: Don Dinero.
Sí, sí que hay una crisis. Una crisis en el sistema económico. Los políticos no son mas que marionetas que se mueven gracias a los hilos de Don Dinero, cuyo nombre real es capitalismo.
La crisis lleva exisitendo mucho tiempo, solo que ahora ha empezado a tocarnos a nosotros, el primer mundo.

Un sistema erróneo por definición siempre va a funcionar erróneamente, por muchos parches que le pongan.
Y ¿Dónde está el error? En que el capitalismo está diseñado para que los ricos sean cada vez más ricos, y los pobres, cada vez más pobres. Y las clases medias tienen que ir empobreciéndose, que los ricos no van a compartir lo que tienen.

Siempre se ha dicho que el dinero es lo que mueve el mundo. ¡Coño! ¡Ya vale! ¡Que el mundo lo muevan las personas!

Se nos dice constantemente que la gente es egoísta, que cada uno mira por sus propios intereses. Pero yo digo que es mentira. Pongo la mano en el fuego, y juro que miles de personas firmarían renunciando a un móvil mejor si con ello pudieran salvar una vida humana. 
Sí, aún creo en las personas.
¡Cambiemos el mundo!
Muchos pocos pueden hacer un mucho. Basta de lloriquear y quejarnos, tomemos las tiendas de nuestras vidas, que dejen de manipularnos. 

El sistema está podrido. Ya no hay política, sólo es economía. Pues acabemos con ello. 

Sí, da miedo. Sólo conocemos ésto. No sabemos que podría pasar. Pero merece la pena arriesgarse. ¿Mejor malo conocido que bueno por conocer? Ni hablar. Siempre hay que mirar al futuro con ilusión. 
Se dice que en 2012 será el fin del mundo. ¿Y si lo úncio que pasara es que fuera el fin del mundo tal y como lo conocemos? Creemos algo nuevo. Tenemos ese poder. Se llama imaginación. 

Belleza

Suaves caricias surcando mi cuerpo
la piel se estremece
se quiebra el aliento
el fuego quema y la pasión aparece.

Se curva la espalda,
las piernas se tensan.
La boca que busca
se encuentran las lenguas.
Se enreda la falda
y las manos alcanzan
lo que no pudieran.
Cuerpos que se juntan
como si nada perdieran
como si no hubiera mañana
como si nada más existiera
que el tiempo no pasara,
que allí se detuviera.
Que no arrebatara
la pasión y la belleza.

No hay nada más bello
que la unión apasionada
de dos cuerpos sedientos
de una noche enamorada.

martes, 8 de noviembre de 2011

De debates políticos, corrección gramatical y demás asuntos.

Martes 8 de noviembre de 2011. 12 horas después del "gran" debate, que me tragué con gran interés, en contra de lo que muchos pudieran imaginar.
Porque yo estoy estudiando para ser filóloga, y por lo tanto, y aunque a mis oídos les duela, tengo que escuchar los distintos "dialectos" que existen en nuestra lengua.

Cual fue mi sorpresa al descubrir, anonada, que existe una nueva variación del castellano; es hablada por un espécimen cuyo nombre científico es Demagogus máximus,  al que los amigos llaman Mariano, y otros, no tan amigos; Rajoy, a secas.  
Ya que es de sobra conocido que este señor va a ser el próximo presidente de España, alguien debería enseñarle a usar la lengua oficial del país que va a gobernar. Porque, vamos a ver, señor Rajoy. Es maravilloso que quiera aprender inglés con el método ese de 1000 palabras (Já, me río yo de ese método, de todas formas, como Filóloga inglesa que seré), pero céntrese primero en repasar la gramática castellana. Como apuntes generales, después de haber contemplado ayer su competencia lingüística, creo que debería centrarse de dos aspectos básicos:

1) La concordancia en género y número. No se puede decir, por ejemplo: Estos mujer ¿Me sigue? Porque de esas soltó ayer bastantes.
2) La expresión: Hace muchas fechas ¿Disculpe? ¿Me lo repite? Ah, no, que ya lo hizo ayer en varias ocasiones. Hace algún tiempo, hace mucho tiempo, hace algunos meses... pero ¿Hace muchas fechas? ¡Eh! Pero bien, muchas y fechas concuerdan: Femenino y plural. Bieeeeen, vamos por el buen camino, señor Rajoy.

Y esto me hace pensar en varias cosas. Cosas que llevo pensando desde hace bastante tiempo. La política me ha decepcionado profundamente. Llegué emocionadísima al 15M, y salí escaldada. Y estuve bastante tiempo. Vale, seguramente era una ingenua, como muchos me dijeron al principio, iba demasiado esperanzada, creía que todo iba a ser mucho más fácil. Error mío. Pero, desde eso, y ante el inminente 20N, en el que saldrá elegido un señor, que, con todos mis respetos, es un tanto cazurro, (Aunque, oye, se lo voy a reconocer; mucho aplomo, mucha serenidad, y sobresaliente en oratoria. Habla mucho y no dice nada. Alucinante) mientras me planteo si es demasiado tarde para querer ser astronauta e irme a vivir al espacio, o irme a criar cabras a Nepal, aislada del mundo, pienso, muy seriamente, que España va a tener el gobierno que se merece. Y Rajoy no me cae mal. No me parece mala persona. Las que me dan un miedo atroz son las que están detrás de él. La Cospe y la Espe. Porque vale. El PSOE la ha cagado, y mucho. No es que la haya cagado, es que ha creado un pozo negro. Y como castigo, los españoles van a votar al PP. Agárrense a la silla, señores, que no saben dónde se están metiendo. Que a lo mejor luego lo hacen muy bien, y entonces me tragaré mis palabras. Pero si de verdad tienen soluciones a la crisis, y se las han estado guardando tanto tiempo, simplemente para poder ganar las elecciones, dejando que el gobierno se hunda más y más en la mierda, y el país con ellos, sólo para ganar... Pues sinceramente; que la gente se plantee si eso es lo que quiere.

Y parece que esté haciendo propaganda electoral. Pero no. Yo no soy del PSOE. Rubalcaba me cae mejor que Rajoy, desde luego, no lo voy a negar.
Pero señores... es que hay más alternativas. Hay muchos más partidos, con muchas propuestas, a los que los bancos no financian las campañas electorales porque no les interesa, porque no les dejarían gobernar desde la sombra. ¡Muévanse! ¡Investiguen! ¡No sean borregos!

Pero luego pienso ¿Qué haría yo si fuera presidenta del gobierno? Porque es difícil. Mucha responsabilidad. Y se me ocurren un montón de medidas, y de soluciones. Pero ¿Y si no me dejaran hacerlas? Porque en realidad quién manda en España, y en el mundo, es el dinero. Poderoso caballero es Don Dinero. Y así va el mundo.

Señores, váyanse al cuerno. Yo voy a votar a los verdes. Y que la fuerza les acompañe, que la van a necesitar.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Cementerio de libros.

Curioso lugar; las bibliotecas. Me hallo atrincherada en una mesa en la esquina más alejada de la puerta, entre las estanterías de literatura universal, después de que una serie de catastróficas desdichas (relacionas en su mayor parte con los transportes públicos) me hayan impedido llegar a tiempo a clase.

¿Qué hago entonces, cuando pienso que 45 minutos en un exceso de tiempo considerable como para irrumpir en el aula? Me refugio en la biblioteca, ese mar de silencio lleno de respiraciones contenidas.

Me siento cómoda entre libros. Siempre ha sido así. A veces, mucho más que entre personas. Los libros esconden almas, historias, sentimientos, pero no mienten, ni insultan, ni incomodan. Son los perfectos compañeros. Los pensamientos de miles de personas de siglos distintos, reunidos en una misma sala ¿No es emocionante?

Y entre ellos, las ideas que aún están por nacer, las de los estudiantes que buscan la tranquilidad y el silencio que custodian los guardianes de papel y tinta, sepultados entre apuntes y más apuntes; exprimiendo las neuronas para memorizar, para aprender... Y sin embargo, cuando la concentración les abandone y su mente comience a divagar por mundos remotos de la mano de la imaginación, entonces, y sólo entonces tendrán LA idea.
No todos, pero quizás alguno se dejará seducir por ella, le dará nombre, forma, y creará  algo que cambiará su vida, y puede que la de más gente.

Y yo, mientras tanto, seguiré en mi mesa de la última esquina, atrincherada en la sección de literatura, esperando a mi propia inspiración.