martes, 22 de enero de 2013

Un instante.

Y saborear el azul oscuro de su voz...

Risas. Juegos. Música. Cierta complicidad. Tus dedos que vuelan por la guitarra, mi voz que vuela por mi garganta, y se estrellan juntos en el aire creando algo especial. Es sólo un instante, pero ahí está. Yo no te buscaba. Pero me dejé encontrar. Me tumbo a tu lado, casi por casualidad, ajena y consciente al mismo tiempo de tu proximidad. No hay luz, sólo sombras que nos abrazan en la oscuridad. La respiraciones pausadas a nuestro alrededor que no se hacen de rogar. Y de repente, el primer contacto, que pienso que es accidental. Pero lo repites, expectante, y yo me quedo inmóvil, sin saber cómo reaccionar. Aguanto la respiración, y pienso, pero lo cierto es que estoy cansada de pensar. Y mi instinto de supervivencia de me susurra "De perdidos, al río. Tírate al mar."   Y rozo mi brazo con tu brazo. Es curioso cómo esos primeros momentos son casi los más intensos, anticipo de lo que va a pasar. Me aproximo un poco más a ti, con el corazón palpitando a todo volumen en mis oídos, y busco tus labios, sin preocuparme de mi alrededor, de mi pasado, o de lo que va a pasar. La consciencia vuela y yo sólo me dejo llevar. Necesitaba volver a sentir el calor de una piel que no fuera la mía. Volver a dejarme abrazar. Hay cierta ternura en cómo me tocas, en cómo dudas de hasta dónde te dejo llegar. Como si a estas alturas de mi vida, fuera a poner cualquier barrera. Como  si el sexo no fuera algo normal. Pero es algo divertido, y te guío, y tú te dejas guiar. Y me siento cómoda contigo, y con el momento, a pesar de ser el sitio menos propicio. A pesar de que no fuera de esperar. Me gusta tocarte, y notar el cambio en tu respiración. Hubiese estado muy bien poder llegar al final. Alguien ronca de repente, y a los dos nos entra la risa. Y la ahogo en tu cuello y nos quedamos quietos, en silencio, alerta, atentos a lo que pueda pasar. Ese instante. Ese es el instante. El de refugiarme bajo tu barbilla. Ese es el que es importante. Y como no pasa nada, vamos un poco más allá. Y ahora es tu turno, el turno de explorarme. Y yo, con la mente en blanco, siento despertar esa parte de mi que lleva meses dormida. Y cuando paramos, me quedo apoyada en tu hombro, y tú me acaricias el pelo. Y hay algo íntimo, y bonito en ese gesto. Algo que me reconforta profundamente, una especie de bálsamo para todas mis heridas de guerra. Yo no te quiero. Apenas te conozco. Ni siquiera me había fijado especialmente en ti antes de estos días. Pero has marcado una diferencia, un punto de inflexión. Tanto como para merecer un párrafo en mis divagaciones. Porque por un breve instante me devolviste a la vida. Me hiciste volver a sentir que merecía la pena. Y al fin y al cabo, la realidad es relativa, y son las emociones que nos causa percibirla lo único que nos queda. Y tú has sido la primera pincelada de color después de unos meses de lienzos grises. Sólo una pincelada. Pero que lo cambia todo. Gracias por eso. Te mereces un verso en el poema de mi vida."

Y saborear el azul oscuro de su voz...

domingo, 20 de enero de 2013

Y una canción de odio desesperada

Sólo somos dos extraños que se conocen muy bien. 
Cuando la cicatriz está casi cerrada vuelves a abrirla de una patada, haciendo que la sangre fluya, que me quede sin fuerzas, tiñendo de rojo todo a mi alrededor; mi vista, mis oídos, mis labios, dejando un regusto amargo con sabor a odio, a desengaño. Ya no te necesito, pero aún tienes el poder de herirme, de destruirme. ¿Qué te he hecho yo de malo? Márchate, déjame sola; una vez quise ser mejor para ti, ahora me haces sacar lo peor de mí misma. Lárgate de mi mundo, cierra la puerta del todo. Yo no soy suficiente para ti, así que ¿por qué no te decides a cerrarla? Nunca seré tu amiga. No tengas miedo de perderme. Ya lo has hecho, aunque no te hayas dado cuenta. Como nunca te das cuenta de nada; el dolor que has infligido. Y algún día, Peter Pan, no te quedará más remedio que crecer, y entonces te arrepentirás, y llorarás, porque Wendy ya no está a tu alcance. Y realmente, mira lo que has hecho conmigo, que te deseo ese mal, esa amargura, esa impotencia de haberme perdido. Que la frustración te vuelva loco, que los celos atonten tus sentidos, cuando nadie te consiga querer como yo te he querido. Cuando la soledad te haga pasar largas noches en vela abrazándote a ti mismo, cuando desees beber para olvidar que alguna vez yo haya existido, cuando te desplomes sobre alguna mujer anónima en busca de ese sentir que sigues vivo. 
Porque el amor no se muere. Y yo te quiero y te odio a partes iguales. Porque tú fuiste todo; mi amante, mi compañero, mi amigo. Y ahora sólo te quiero bien lejos, donde no puedas alcanzarme, donde no me tenga que acordar de la pelusa de tu ombligo. Porque ¿Sabes? Yo sí que soy consciente de lo que hemos perdido.

martes, 15 de enero de 2013

100 datos sobre mí.

En un arranque de amor propio, y siguiendo con las entradas absurdas a más no poder (añadiendo el hecho de que no tengo sueño, pero soy incapaz de seguir haciendo algo productivo) voy a hacer una de esas largas listas sobre mi persona, que parecen una tontería, pero como momento de autoreflexión no está tan mal.

  1. Me gusta hacer listas. Me gusta MUCHO.
  2. Soy una persona torpe, con tendencia a perder el equilibrio y darme golpes. Eso sí, caerme, me caigo pocas veces. Todas con nefasto resultado, como romperme la mandíbula. 
  3. Tengo cierta tendencia a evadirme del mundo. Tendencia comúnmente denominada empanamiento.
  4. Mi gran pasión es viajar. 
  5. He estado en muchos países: Australia (2 veces), Francia (2 veces), Bélgica (2 veces), Alemania, Holanda, República Checa, Hungría, Austria, Italia (2 veces), Inglaterra (2 veces). Vamos, que creo que me está cundiendo bastante la vida. Este año entra una tercera visita a Inglaterra, y se añaden a la lista Suiza y Camerún. No quepo en mí de felicidad. Añado nuevo continente!
  6. Mi necesidad vital, además de respirar, comer, dormir etc... es escribir. La vital transcedental.
  7. Soy muy creativa, y si hay algo que me encanta de mi misma es mi imaginación. 
  8. Me encanta el arte en todas sus expresiones; literatura, música, cine, fotografía, pintura, escultura, arquitectura. 
  9. Me gusta saber cosas. Soy muy curiosa... Cuando hay algo que no sé, necesito averiguarlo. 
  10. Me apasiona la historia. estoy convencida de que es una carrera que cursaré en algún momento de mi vida. 
  11. Nunca he concevido la vida como algo estático. La rutina me aburre mucho. No soporto la idea de pensar que voy a vivir siempre en el mismo sitio, dedicándome a lo mismo. Quiero viajar mucho, ser nómada, cambiar de trabajo cada cierto tiempo. 
  12. No sé por qué derroteros me llevará la vida, pero sé que quiero acabar como una anciana venerable en el Pirineo, en una casita donde tenga un taller para hacer mis cosas creativas. Y aprenderé a pintar.
  13. Tengo la teoría de que en esta vida nunca deja uno de aprender. Y eso es lo más maravilloso y divertido. 
  14. Cuando algo me apasiona, me involucro al máximo, me tiro de cabeza a la piscina sin demasiados miramientos, soy bastante impetuosa... para bien y para mal. 
  15. No existe mayor sensación de libertad que la de estar en la cima de una montaña, después de todo el esfuerzo de la subida, y tener el mundo a tus pies.
  16. Nunca me arrepiento de nada. Cometo errores, pero nunca hago nada a mala idea, por lo tanto, todo lo que he hecho alguna vez ha tenido su razón lógica, y tenía su sentido. 
  17. Mi libertad acaba donde empieza la de los demás. Ese es mi principio ético básico. Nunca hago nada que sepa que puede provocar el sufrimiento ajeno. 
  18. Lo peor que hay en este mundo es la ignorancia, y el miedo y el odio que ésta genera. Y lo que más me repatea es que hay gente que presume de ser ignorante. 
  19. No soy antisocial, soy socialmente selectiva. No voy a ser maleducada, pero si alguien me cae mal, me cae mal y punto. No voy a fingir lo contrario. Intentar agradar a todos es una utopía. 
  20. Puedo prometer y prometo que ni me he emborrachado ni he fumado en mi vida. Y estoy muy orgullosa de ello.
  21. Los vicios son un lastre, porque te hacen esclavo. 
  22. Otro de mis principios básicos es la autenticidad y ser fiel y honesta conmigo misma. 
  23. Y siguiendo con esto mismo, ser sincera con los demás y una amiga leal. 
  24. Tengo un fuerte sentido de la justicia. Hay cosas que me enervan hasta puntos exagerados. Esto es bueno, pero también malo, porque me hace juzgar muy rápido todo y a todos. Que no debería, pero lo hago, soy bastante criticona. 
  25. En mi defensa diré que a cambio, siempre estoy dispuesta a ayudar a quien lo necesite, sin ningún tipo de reparo. 
  26. Y que tengo un sexto sentido bastante afinado. Si alguien no me da buena espina, es por algo.
  27. Soy cabezota, orgullosa y temperamental. Me enfado con facilidad y exploto a la velocidad de la luz. Y siempre pienso que tengo la razón. Y un 90% de las veces, la tengo. Pero hay margen de error, lo hay. 
  28. Pero como rectificar es de sabios, aunque me pique el orgullo, me esfuerzo por aceptar mis errores.
  29. Me desvivo por la gente a la que quiero. Tal vez demasiado. Seguramente.
  30. Tengo complejo de madre. De gallina clueca. Y eso me da muchos disgustos.
  31. Me va mucho el drama, hay que reconocerlo. Soy una exagerada.
  32. Mi manera de vivir la vida es en esa línea. Implicándome al máximo en todo, viviendo muy intensamente, sintiendo mucho, y como si fuera una historia que algún día podría ser contada. Me gusta que sea emocionante.
  33. Soy muy idealista. Aunque la vida ya se encarga de darme palos. Y a pesar de todo, soñar es gratis, y no me canso. 
  34. Solía pensar que el amor lo puede todo. Ahora me he vuelto más cínica al respecto. 
  35. Tengo debilidad por el sarcasmo, la ironía y los combates verbales. 
  36. Si hay algo que me conquiste es el sentido del humor, la inteligencia, y para que negarlo... los piques. 
  37. Siempre he sido bastante activa y enérgica. Nunca me ha ido lo de la princesa esperando en el castillo a ser rescatada. Me gustaba la idea de rescatarme a mi misma. 
  38. De pequeña quería ser veterinaria. Cuando vi que lo mío con las mates era un amor imposible, quise ser arqueóloga, con la romántica idea de que sería una vida de aventuras a lo Indiana Jones. Luego quise ser psicóloga, fotografa, y finalmente actriz. Acabé en Filología Inglesa por amor a los libros, y a una persona.
  39. Soy una persona fuertemente emocional e intuitiva. Actúo siguiendo mis emociones, aunque he aprendido a racionalizarlas. 
  40. Me conozco muy bien a mí misma. Lo bueno y lo malo. No soy muy modesta, pero sí que soy muy autocrítica y autoexigente. Me gusta hacer las cosas bien. 
  41. Me gusta hacer feliz a la gente, hacer reír, hacer que se emocionen, que se ilusionen. Dar sorpresas, hacer regalos. 
  42. Tengo una memoria de elefante. Dado que soy un tanto vaga, mis trayectoria académica tiene mucho que agradecerle. 
  43. Soy valiente, soy fuerte, soy una superviviente. 
  44. He tenido bastantes problemas de autoestima, aunque como todo el mundo, supongo. 
  45. Hay cosas de mi misma que no me gustan nada, como el hecho de que hay veces que me siento superior a según que gente. Mi códico ético me lo reprocha a diario, pero no puedo evitarlo.
  46. También soy manipuladora. Mucho. Y tampoco me gusta nada. Intento reprimir esa faceta con todas mis fuerzas.
  47. No soporto a la gente que siendo inteligente, se empeña en no usar esa inteligencia. Las personas huecas me tiran bastante para atrás. 
  48. Me encanta la novedad: Conocer gente nueva, culturas nuevas, lugares nuevos, nuevas experiencias. 
  49. Creo que la gente que no me conoce mucho tiene una idea equivocada de mí; puedo parecer muy buenecita, tranquila, ingenua... es la misma imagen que tenían mis profesores de mí en el colegio. Lo cierto es que cuando llego nueva a un sitio primero observo, e inconscientemente estudio como adaptarme al medio. 
  50. Soy responsable. Cuando tengo que hacer algo, quiero hacerlo bien. 
  51. Tomo bastante la iniciativa. No me gusta esperar. La paciencia desde luego no es una de mis virtudes, aunque últimamente la estoy desarrollando una barbaridad. 
  52. La bipolaridad está bastante presente en mí. Puedo cambiar de estado de ánimo a la velocidad del rayo. Y puedo tomarme muy en serio las cosas, y puedo hacer el payaso y el gamberro hasta límites de manicomio. 
  53. Mis historias favoritas suelen ser épicas: héroes, grandes hazañas... Y eso me ha influido bastante. Luchar por causas perdidas, grandes valores morales, buscar la trascendencia, dejar huella... 
  54. Mi pensamiento político es declaradamente de izquierdas. Pero a día de hoy no me siento representada por ningún partido. La política me interesa muchísimo, pero me desilusiona a partes iguales.
  55. No creo en Dios. No pertenezco a ninguna religión. Supongo que la más afín a mí sería el Budismo, aunque no me considero budista. Tengo mi propia teoría metafísica, pero es demasiado larga de contar. Opino que todas las religiones tienen un mensaje positivo digno de tener en cuenta. 
  56. Las convenciones sociales, los protocolos y demás historias me ponen bastante enferma. A mí lo que me importa es el sentido común. Los adornos me estorban. 
  57. No creo en el matrimonio. Pero sí en el compromiso que se puede tener con alguien. Pero eso va por dentro, sin necesitadad de dar testimonio ni firmar ningún papel.
  58. La verdad duele, pero la mentira mata.
  59. Me gusta enseñar. Creo que es una gran forma de aprender, y de enriquecerse. 
  60. Creo firmemente que la educación tiene el poder de cambiar el mundo. 
  61. No sé qué sería de mi vida sin música. 
  62. Me encantan los animales. Tendría una granja felizmente. 
  63. A pesar de que adoro los paseos por la orilla del mar, y ver las puestas de sol en la playa, la cabra tira para el monte, y nunca me siento tan en casa como cuando estoy en el Pirineo. A pesar de todos los lugares que he visitado, mi sitio favorito en el mundo sigue estando en la cordillera de Aragón. 
  64. Hay circunstancias que determinan cosas en la vida; para mí han sido jugar a baloncesto y estar en coro. De ahí he sacado a mis mejores amigos. Y he aprendido muchísimo, a nivel de crecimiento personal. 
  65. J.K Rowling merece un puesto especial en mi lista. Cómo ha marcado Harry Potter mi vida no lo sabe nadie. Fue mi refugio en los peores tiempos, y me salvó de todos los traumas que pude haber acumulado.
  66. Ha habido etapas bastante oscuras en mi vida. Aún no entiendo cómo no me he vuelto loca. 
  67. A pesar de mi tendencia al drama, intento tomarme la vida con humor. Como dijo Woody Allen; la vida es la broma más divertida. 
  68. Podría pegarme la vida viendo monólogos de Berto Romero. Amo a ese hombre, de verdad. Goyo y Piedrahita le siguen, pero no le alcanzan. 
  69. El mejor periodista de este país ahora mismo es Jordi Évole. Así, como hecho irrefutable. 
  70. Soy una sentencias. Eso también es un hecho. Muy dada a las frases lapidarias. 
  71. La amistad entre hombres y mujeres es posible. La mejor amistad también. Y lo tengo empíricamente demostrado. Porque la amistad verdadera es entre personas, no entre sexos. Yo no tengo ningún tipo de tensión sexual con mis buenos amigos, y tengo bastantes de esos. Son como mis hermanos. 
  72. Estoy muy bien rodeada de gente. Eso siempre es de agradecer. He construído un círculo de amigos muy valioso y muy sólido, y no todo el mundo puede decir eso. 
  73. Me gusta ayudar y sentirme útil
  74. Empecé a hacer voluntariado a las 16 años, y es una de las experiencias más enriquecedoras de la vida. La vertiente humanitaria me tira mucho. 
  75. Inconformismo en estado puro. Si lo que hay no es suficiente, no está bien, o se ha quedado obsoleto, se cambia... en eso consiste la evolución. 
  76. También he de reconocer que he hecho de la queja un arte. Muchas veces me quejo por vicio. Y no tendría derecho a quejarme, siendo consciente como soy de la suerte que tengo en muchos aspectos. 
  77. Mi familia es única, divertidísima, y es de las cosas que más valoro. El haber podido crecer en este ambiente. Mis padres me han educado muy muy bien. Estoy muy orgullosa de mis raíces. 
  78. La perfección no existe, y si lo hiciera, sería sumamente aburrida. En la variedad está el gusto. Y lo mejorable, el reto. 
  79. Plantéame un reto, que me entra la vena competitiva. Y como maña que soy, por mis cojones que lo resuelvo. 
  80. Hablándo sobre sensualidad: Me encanta el olor de los libros nuevos, de la hierba mojada, de los pinos, el olor a mar. El sabor del chocolate, del queso fundido, del pan recién hecho, el tacto de una mantita suave, de la piel en las yemas de los dedos, las cosquillas de las pestañas, el terciopelo, la visión de la salida o la puesta de sol, paisajes panorámicos, flores de colores, animales bebés. Y el sonido de la lluvia, de una carcajada espontánea, de los pájaros por la mañana, la música, las voces graves. Creo que el oído es el sentido por el que más placer obtengo. 
  81. Y hablando de sexo, me gusta mucho. Soy sexualmente activa y me siento muy a gusto con mi sexualidad. Considero que es lo sano. Y me parece una vergüenza que sea todavía un tema tan tabú, siendo que es una parte tan importante y natural de la vida de todo ser humano. 
  82. Eso sí; el sexo con amor, mil veces mejor. Por las implicaciones emocionales que conlleva, que lo hacen todo más intenso y cómplice. 
  83. Soy feminista. No hembrista. Creo en la igualdad. 
  84. Si tuviera que pensar en qué me da miedo ahora mismo, me lo tendría que pensar mucho. Supongo que a la muerte de seres queridos, como es natural. Pero tampoco es miedo. Y el no tener miedo me hacer sentirme muy libre, que es una faceta de mí misma con la que estoy dialogando desde hace poco, porque perdí mi último temor... y aún no sé qué consecuencias tiene.
  85. La libertad implica responsabilidad. Aceptación de las consecuencias que tienen los actos de uno mismo. Por eso hay mucha gente que la rechaza. 
  86. Me frustra mucho que la gente use el concepto de Carpe Diem tan mal, y tan a la ligera. Aprovecha el momento. No significa haz el gilipollas. Si fuese tu último día en la Tierra no harías el idiota, harías cosas que merecieran la pena y te reportaran algo. No implica hacer locuras; implica valorar el momento presente. 
  87. A veces es liberador hacer locuras, y es divertido. Pero es aconsejable saber dónde está el límite. Traspasarlo o no, ya depende de cada uno.
  88. Me gusta tener el control sobre mis pensamientos y mis emociones. Autocontrol, vaya. Que no significa que no me desahogue.
  89. Hay veces que no decididmos lo que nos pasa, sino que viene dado por las circunstancias. Pero en última instancia siempre somos libres de elegir que actitud tomamos frente a ello. Esa es la esencia de la auténtica libertad. Nuestra capacidad de tomar decisiones. 
  90. En mi adolescencia fui bastante "yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así". Me gustaba ser diferente, ir a contracorriente. Ser original. Hay algo de eso que todavía no se me ha pasado. 
  91. Por las circunstancias que me ha tocado vivir, siempre me han dicho que he ido un paso por delante en lo que ha madurez ser refiere. Sí, creo que nadie diría que soy inmadura. Pero por esas mismas circunstancias, una parte de mí, al tener que crecer de golpe, se quedó en la infancia. A veces me dan rabietas. Me emociono mucho con pequeñas tontadas. Me encanta jugar. 
  92. Soy muy juguetona. Me encanta enredar. Hacer el tonto. No sé si por ser la pequeña de 5, o por qué, pero es así. 
  93. Si pudiera cambiar algo de mí misma sería tener una actitud más relajada con los demás. No ser tan exigente. En parte porque me va a salir una úlcera algún día, y en parte porque el hecho de ser tan crítica, sumado a mi tendencia a la sinceridad brutal  me han creado más de un problema social. 
  94. No se me da muy bien callarme. Cuando pienso algo, lo digo. A veces es mejor callarse. Mentir, nunca. 
  95. Las relaciones humanas son muy complejas. No se pueden simplificar, ni definir con un patrón determinado. No hay dos relaciones iguales, en ningún sentido. En ese aspecto, cada vez empatizo más y juzgo menos. Bien, Elena, vamos progresando. 
  96. Soy generosa, a veces demasiado poco egoísta, por lo que se ve. Antepongo la felicidad de los demás a la mía propia. Aunque me enseñaron que eso era bueno. Bueno no es lo mismo que beneficioso. 
  97. La felicidad no es la meta, es el camino. Es la manera y la actitud de vivir la vida. Ahora mismo hay muchas cosas que me hacen sentir triste... pero me arriesgaría a decir que vuelvo a ser feliz. 
  98. He amado mucho y bien, y ha sido la mejor experiencia hasta la fecha. He amado tanto que dejé de sentir que existía. Y eso es algo inigualable. Y precioso.
  99. Antes de morir quiero dar la vuelta al mundo, ser una autora publicada, y ser madre. Sí, la maternidad es algo que me tira mucho. 
  100. El miedo lleva a la ira, la ira el odio, y el odio al lado oscuro. El odio es un lastre, la vida es demasiado corta para estar siempre cabreado. Hakuna matata: Vive y deja vivir. Y sobre todo, riéte de la vida, que es la broma más divertida.

lunes, 14 de enero de 2013

Divagaciones sobre la vida.

No sé si es porque en época de exámanes, al tener el cerebro al máximo rendimiento, digo alguna que otra genialidad en medio del mar de tonterías, pero parece que a la gente le hago gracia.
No sé de qué va a ir esta entrada. No tiene un hilo que seguir ni un propósito claro. Citando a Descartes: "Sólo sé que no sé nada". Así que dejaré vagar a mi pensamientos. Aviso para navegantes. Pueden ser totalmente inconexos y desbaratados. Pero necesito un descanso intelectual, así que pondremos mis reflexiones a remojo, y a ver que sale revelado. 

Creo el día en el que Proust se comió la dichosa madalena, cambió el mundo. Debería empezar una nueva era a partir de ese momento. Ahora estaríamos en el 105 después de Proust. Y podríamos volver a patentar lo de mandar a gente a las galeras. Hay mucho idiota por ahí que lo necesita. 

¿Alguna vez habéis pensado que se pueden hacer croquetas con absolutamente todo? Tu rebozas algo, lo fríes, y ya es croqueta. Hay todo un mundo de sabores esperando a ser descubierto.

Hablando de croquetas. Tengo casi 23 años, y sigo considerando el hacer la croqueta por la hierba uno de los grandes placeres de la vida. Eso y hacerse bola con el edredón. Proust dedica unas diez páginas del Camino de Swann a describir el noble arte de hacerse bola. Ya con eso se ganó mi respeto eterno. Aunque luego el resto del  libro me aburriese monumentalmente. 

Queda mal que yo, como filólologa y crítica literaria en ciernes lo diga, pero aunque sea muy interesante a nivel técnico, y bla, sigo sin entender por qué narices gasta alguien toda su vida en escribir libros que no van sobre nada. Argumento mínimo. 600 páginas. Pero ¿Por qué? ¿Qué tipo de vida miserable y desgraciada llevaron? 

Hablando de Miserables. Cómo me ha gustado la película.  Víctor Hugo era un genio. Y de la peli hay muy malas críticas, pero yo lloré como una madalena. Y si una peli me hace llorar tantísimo, es que algo tiene. Creo que a los que vivimos experiencias musicales a diaro nos llega más. Por cómo interpretan los actores, por cómo transmiten a través de las canciones. No he hecho ningún experimento científico, pero por la gente con la que he hablado, a los que hacemos alguna actividad relacionada con la música nos ha gustado mucho más.

Siguiendo con los miserables, pero ahora en minúsculas, y siguiendo también con gente a la que mandaría a galeras, están todos los simios del gobierno y sus cargos inventados para colocar al primo de la vecina. Lo que no sé es como hay tan poco movimiento. 

Podría meterme en un discurso político, pero buf, qué pereza. Que esto tenía que ser un desahogo, no una rotura de cabeza. Prometo que algún día pondré por escrito mis ideas políticas, mis ideas metafísicas, y mis ideas éticas. Y dentro de muchos años la gente me tendrá que estudiar en selectividad y me odiarán. Pero hoy no es ese día. Estoy demasiado cansada. Y vaga, para qué engañarnos. Y pensar que todos mis valiosos pensamientos pueden caer en el olvido por mi pereza suprema. Qué triste sería. 

Me gustaría debatir. Sobre temas importantes. De actualidad. Últimamente la carrera me tiene demasiado eclipsada, y sólo hablo de literatura modernista. No. Yo puedo hablar de muchas cosas. Soy aprendiz de todo, y maestra de nada. Para  bien o para mal. 

Esto está resultando demasiado ridículo. No sé si quiera si merece la pena que lo publique. Pero qué más da, no lo leerá nadie, y yo así lo tengo guardado y de vez en cuando lo leeré, y pensaré... qué mal te sienta estar de exámenes.

viernes, 4 de enero de 2013

Recomendaciones literarias

No es una entrada muy de mi estilo, pero me apetece recomendar libros. Así que en vez de prosa poética, vamos con una larga lista. 

  • Harry Potter, JK Rowling
  • El Señor de los Anillos, Tolkien
  • El Hobbit, Tolkien
  • Canción de Hielo y Fuego, George RR Martin
  • El Nombre del Viento (Y el Temor de un hombre sabio), Patrick Rothfuss
  • Memorias de Idhún, Laura Gallego
  • La ciudad de las bestias (Trilogía), Isabel Allende
  • La sombra del viento, Carlos Ruíz Zafón (Y continuaciones)
  • Marina, Carlos Ruíz Zafón
  • Los pilares de la Tierra, Ken Follet
  • Un mundo sin fin, Ken Follet
  • La caída de los Gigantes, Ken Follet
  • El invierno del mundo, Ken Follet
  • El médico, Noah Gordon (Y Chamán, y la Doctora Cole)
  • El último Judío, Noah Gordon
  • El salón dorado, José Luís Corral
  • El clan del oso cavernario, Jean M. Auel
  • La ladrona de libros, Markus Zusack.
  • El Zorro, Isabel Allende
  • Eragon, Christopher Paolini
  • El color púrpura, Alice Walker
  • El nombre de la rosa, Umberto Ecco
  • Mil soles espléndidos,  Khaled Hosseini
  • El alquimista, Paulo Cohelo
  • Llamando a las puertas del cielo, Jordi Sierra i Fabra
  • Los hombres que no amaban a las mujeres, Stieg Larsson
  • La Catedral del Mar, Ildefonso Falcone
  • La tabla de Flandes, Arturo Pérez Reverte
  • El Capitán Alatriste, Arturo Pérez Reverte
  • Los tres mosqueteros, Alejandro Dumas
  • La isla del tesoro, R.L Stevenson
  • Doctor Jekyll y Mr. Hyde, R.L Stevenson
  • Frankenstein, Mary Shelley
  • La vuelta al mundo en 80 días, Julio Verne
  • 20.000 leguas de viaje submarino, Julio Verne
  • Cuento de Navidad, Charles Dickens
  • Grandes esperanzas, Charles Dickens
  • Orgullo y Prejuicio, Jane Austen
  • El monje, Mathew Lewis
  • Robinson Crusoe, Daniel Defoe
  • La historiadora, Elizabeth Kostova
  • Los miserables, Víctor Hugo
  • El conde de Montecristo, Alejandro Dumas
  • Leyendas de los Otori, Liam Hearn
  • Los juegos del hambre, Suzanne Collins
  • La guerra de las brujas, Maite Carranza
  • Si tu me dice ven, lo dejo todo... pero dime ven, Albert Espinosa
  • Matar a un ruiseñor, Harper Lee
  • La cabaña del tío Tom, Harriet Beecher Stowe
  • Las aventuras de Huckleberry Finn, Mark Twain
  • El despertar, Kate Chopin
  • Los elegidos, Marianne Curley
  • El amuleto de Samarkanda, Johnatan Stroud
  • El símbolo de cobre, Katia Fox
  • El rabino, Noah Gordon
  • La sombra estrusca, Jose Luís Sampedro
Estoy segura de que me dejo un montón, pero son todos los que se me ocurren ahora mismo. 


Arte.

El arte, en cualquiera de sus formas, es la expresión del alma humana. Te inspira, te transporta, te hace soñar, imaginar, crear. Y sobre todo, conecta a las personas. Evoca sentimientos, ideas. Emociona. Toca algo dentro de ti que te cambia para siempre, que no te deja indiferente. 
Adoro el arte. En todas sus formas; literatura, música, cine, pintura, escultura, arquitectura, fotografía. Cada vez que descubro algo nuevo, mi esencia cambia un poquito, se enriquece. Percibo el mundo de un modo distinto. Es casi cosa de magia. ¿Cómo puede conmover tanto algo que fue creado siglos atrás? Es la evidencia suprema de nuestra humanidad. De que las personas son siempre personas, pase lo que pase. Podremos inventar mil máquinas, hacer mil descubrimientos tecnológicos que cambiaran nuestras vidas, que las acelerarán al máximo y nos precipitarán al desenfreno de la rutina. Pero el arte sigue teniendo el poder de detener el tiempo. Y en medio del torbellino del día a día de pronto escuchamos una canción, leemos un verso, vemos una imagen. Y por un instante, algo cambia. Es un poder sobrenatural, único. No se encuentra en nada más.