martes, 7 de octubre de 2014

Octubre

¿Qué tendrá el otoño, que llega siempre arrastrando cierto aire de nostalgia?
Ladrón de las luces del crepúsculo, precursor de nieblas y caricias que hacen desvanecer. Hay rincones que son tuyos y míos, poblados de recuerdos para siempre, recuerdos que nadie más puede comprender. Un beso, un abrazo, una sonrisa velada por alguna broma secreta de esas contadas hasta en la madrugada.
¿Qué tendrá otoño que sabe a comienzo, a ilusión, irónicamente cuando todo todo marchita a nuestro alrededor?
Las luces de las farolas alumbraron el deseo contenido en muchas noches de regreso, baldosas que grabaron nuestro peso intentando evitar la inminente despedida.
He vuelto con el otoño, me devolvió a tiempo para perdernos entre las mantas, para los encuentros fugaces y los mensajes felices.
Pero octubre es el mes del miedo, y no se siente miedo cuando hay algo que perder, pero cuando te enfrentas a los fantasmas y vuelves a querer vuelve el miedo, ese infatigable compañero que acecha en la desdicha. Sopla humo de inseguridad, que enturbia las percepciones y hace dudar. Que no se apaguen las luces, no quiero volver a la oscuridad.

No hay comentarios: