lunes, 10 de octubre de 2016

Carta a mi yo futura

Querida Elena futura:

Llevamos recorrido un respetable tramo del camino. Estés donde estés dentro de diez años, eso que te atormenta tanto en el presente, recuerda que hasta ahí has llegado y no lo has hecho del todo mal. Si ponemos en una balanza lo bueno y lo malo, lo bueno gana por goleada, y lo malo te ha hecho crecer, y te ha hecho más fuerte. Ya lo sabes. No voy a dar ejemplos. Estás empezando a ganar cierta sabiduría que sólo se adquiere mediante la experiencia, así que en diez años, probablemente seas mucho más sabia, hagas lo que hagas. Así que sólo un consejo: Aplica esa sabiduría a tu propia vida. Las dos sabemos que eres hipersensible y que las cosas te afectan tres veces más que a otras personas. Te han llamado exagerada y dramática... Bueno. No puedes evitar ser de la forma que eres. Esa sensibilidad te hace especial, te hace percibir matices que otros no perciben. Te hace ser apasionada, te permite ilusionarte por las cosas más simples, reír más fuerte, emocionarte con facilidad. Por favor, no pierdas esa sensibilidad. Sigue siendo capaz de llorar por una canción, o una frase, o un capítulo... No pierdas esa capacidad de empatizar, de interiorizar sentimientos que ni siquiera son tuyos. Eso te hace única, y nos gusta eso. ¿No? Es lo que te permite escribir como escribes y conseguir llegar a la gente, mediante la palabra escrita o en persona.
Te voy a recordar algo que pasó esta semana. El día había empezado fatal, con tormenta y frío, habías perdido el autobús y llegabas tarde a trabajar. Parecía un asco de día. Fuiste a por un café, y la cafetería de siempre estaba cerrada, para colmo. Pero giraste la esquina, entraste en otra cafetería, y con tu café la camarera te regaló un sobao. Y te sentiste tan feliz. Esa tontería hizo que el día pareciera maravilloso de pronto.
Si alguna vez piensas que todo está siendo un desastre, recuerda que a la vuelta de la esquina siempre puede haber alguien que te regale algo con azúcar.
Es probable que hayas vuelto a meditar, y puede que lo hayas dejado unas tres veces para luego retomarlo. Bueno, no esperes a tener momento de iluminación. Suelen venir a nosotras en los momentos más necesarios, puntos de inflexión repentinos que nos impulsan hacia arriba como un muelle, pero tomarte la vida con más calma tampoco te vendría mal.
Seguro que haces algo que se te da bien. Eres habilidosa. Pero asegúrate de que realmente lo disfrutas. Puede que estés en la universidad impartiendo clases de literatura o historia, o puede que estés en algún país de África haciendo algo últil, o tal vez en tengas un refugio de animales abandonados, o seas una bruja moderna y cures a las gente con tus remedios caseros. Sea lo que sea, será algo extravagante y poco rutinario, espero. Y que no hayas dejado de escribir. Porque eso eres tú.
Puede que seas madre. Recuerda que una vez prometiste que si tuvieras retoños los llevarías a recorrer el mundo contigo. No abandones esa idea.
No seas demasiado dura contigo. Tiendes a serlo. Es posible que tengas las cosas más claras que mientras escribo, pero ahora mismo ya sé que de nada sirve hacer planes. Da gracias por todos esos años de teatro que te han enseñado a improvisar.
Disfruta de los minutos de motivación musical diaria. Refuerza tu talento irónico. Quiere mucho, y quiere bien. No exijas tanto. Estaría bien que volvieras a dibujar. Últimamente he pensado en aprender a hacer punto y repostería, no sé si llegará a buen puerto o serán algunos de tantos proyectos absurdos que nunca van a ninguna parte porque tu inconstancia te hace cambiar de idea cuando ya te has gastado dinero en material.
¿Cómo va esa vuelta al mundo en fascículos? Calculo que has tenido que descubrir unos 10 territorios nuevos e inexplorados, y los habrás capturado en fotografías para que el recuerdo nunca se distorsione, ni los rostros de las personas a las que has conocido. Tal vez te hayas animado a grabar, no sólo a hacer fotos. No sé cómo habrá salido. No se te da muy estar frente a una cámara, pero igual has superado ese pánico escénico irracional.
¿Y la guitarra? ¿Sabes tocar algo más que cuatro acordes mal puestos? ¿Has llegado a hacer algo con tu francés de andar por casa, como por ejemplo, mejorarlo? ¿Y esa idea de aprender alemán, italiano y chino? Igual no has tenido tiempo de todo. No pasa nada, para aprender siempre hay tiempo, porque es un proceso que nunca acaba.
A veces se te olvida, pero te gustas. A pesar de tus altibajos emocionales, de tu testarudez, y tus impulsos, te gustas. A pesar de tus errores, tu orgullo y tus momentos de debilidad, te gustas. No siempre, pero en general te gustas. Porque oye, chica veleta, recuerda a Tolkien: No todo el que anda errante está perdido.
No siempre sabes dónde está el norte, pero siempre te ha gustado el viento que sopla hacia el este.
Hasta dentro de 10 años.

Elena

No hay comentarios: