lunes, 9 de noviembre de 2009

Gritos de desesperación.

No entiendo el miedo a lo desconocido. Ese que es tan característico de la estupidez humana. ¿Más vale malo conocido que bueno por conocer? Por favor. Nunca he entendido porqué hay gente que se empeña en no ver más allá de sus narices.
No sé porqué les gusta vivir alienados, balando complacidos al son que dirige un pastor invisible. Beeeeeeeeeee, beeeeeeeeeeee. La lana del vecino es igual que la mía. Chupi.

¿Qué pasa con la curiosidad? Es ese don maravilloso que define a nuestra especie; que nos impulsa a investigar, a querer saber, a realizarnos como personas... ¿Es que ya no importa?
No, por favor. Yo tengo el felquillo igual que la que se sienta delante de mí. Eso me hace feliz.

Basura.

¿Dónde están los ideales de la juventud? ¿Qué ha sido de las ganas de comerse el mundo, de ser invencibles, de hacer que nuestras vidas sean especiales?

¡Despertad!

No ahoguéis vuestras ridículas aspiraciones en el alcohol barato del bar al que váis todas las noches de sábado.
Dejad de soñar con que llegue el momento de pisar ese antro asqueroso, dónde el suelo está pegajoso por sustancias de lo más variadas e innombrables, y la "música" es un ruido que atonta.

¿Nadie ha oído hablar de las cataratas de Iguazú? ¿De Machu-Pichu? ¿De Abus Simbel? ¿Del London-Eye? ¿de la Torre Eiffel? ¿Del Empire-State?

¿Nadie ha querido escapar de esa monótona cárcel que es vuestra rutina; esa misma que destroza vuestra humanidad?

¿Nadie ha soñado nunca con ganar un Premio Nobel, un Pulitzer, un Oscar, un Grammy? ¿Con hacer algo grande? ¿Con cambiar el mundo?

Existe un universo enorme ahí fuera, lleno de maravillas, misterios, enigmas y experiencias.

Puede parecer soberbio y ególatra considerar que mis aspiraciones están por encima de las de los demás, pero es que nosotros somos el futuro.
¿Qué futuro le espera a este mundo si hemos perdido la capacidad de soñar? ¿Si hemos perdido la curiosidad, y, en definitiva, nuestra esencia?

El mundo se convertirá en un gran antro en el que vomitar después de haber bebido tanto para olvidar nuestra frustración y pateticidad.

Pues no, no en mi nombre.

Yo soy de esas extrañas personas que gustan de un atardecer, del olor de una rosa, de la luz de la luna, de una hermosa melodía, del sabor de la poesía.
Pienso pisar cada pequeña porción del planeta, conocer personas de mil y una culturas, cantar canciones olvidadas, retratar rostros sin nombre, y escribir mis memorias para que quede constancia de que yo he vivido.
Yo voy a vivir.

Quiero cambiar el mundo, y luchar por ideales perdidos, y alzar estandartes por causas justas, y no rendirme aun cuando todos hayan caído.
Quiero ser una heroína, una leyenda, una estrella en el firmamento, que mi nombre no caiga en el olvido... y ser inmortal.

Amor, pasión, amistad, justicia, honor, libertad, saber, viajar...
¿Es tan difícil entender su significado?

Seguid soñando con vuestras noches de sábado.

2 comentarios:

elascorz dijo...

Eres grande, muy grande. Y sabes llegar y calar hondo. Y sabes llegar e instalarte en una cálida sala del corazón de cualquiera. Y además eres un ejemplo. Gracias, gabinete de crisis, gabinete de emergencia y gabinete de excepción. (Amén de gabinete de creación turística) :*

Anónimo dijo...

Me da gusto haber podido leer esas palabras, me simula melancolía y una instatisfacción que ha ido cediendo con los años. Eso es genial porque a mí me han asaltado esos sentimientos también. yo me llamo poetisa por periodos, y al leer estas palabras me he inspirado y anhelo que pase el tiempo para poder ir a escribir.
Tu escritura me gusta y me otorga serenidad. Así que te considero mi colerga y deseo que tus escritos trasciendan aún después de que tú y yo ya no estemos entre los humanos.
Ciao bella!!!!!