martes, 24 de noviembre de 2009

Miedo.

El miedo. Sentimiento de desconfiaza propio de los seres animados ante lo desconocido.

El miedo nos hace ser personas, al igual que tantas otras cosas. Es rasgo de humanidad. El valor es rasgo de heroísmo, de superación, de fortaleza. Rasgo de que somos capaces de algo más grande que nuestros temores.

¿Qué se puede decir de una persona que tiene miedo del miedo?
Por la propia definición, se podría llegar a la conlusión de que esa persona teme, precisamente el sentirse desconfiada respecto a algo que desconoce.
Le asusta no tener el conocimiento, no encontrar respuestas, que sólo aparezcan nuevas dudas cada vez que pregunta.
¿Y si la respuesta a esas preguntas no es mas que la ausencia de dichas cuestiones?
¿Puede llegar alguien cuya curiosidad es innata renunciar al placer de saber, de investigar, para alcanzar la paz interior? ¿O seguirá, por el contrario, buscando las claves que se escapan de su control?

Otro de los rasgos más típicos de la humanidad es confiar en que algo más grande que ellos es guardián custodio de todos los misterios. En creer, pues, de alguna manera, consciente o inconscientemente que el destino existe, pues todo está escrito en algún lugar. Las respuestas esperan a ser encontradas en cualquier sitio.
Uno de los casos más claro es la fe.
La gente se libra de su miedo a la muerte, ese gran enigma; creyendo en un ente superior, llámesele Dios, Alá, Yavhé etc... confiando en que esas personalidades que se escapan de la comprensión humana impedirán que todo acabe.
Parece que de alguna forma, todos creemos en la inmortalidad.

Siempre me he negado a creer en el destino. He rechazado por completo la idea de que en realidad mi libertad es ficticia, y que mis decisiones habían sido tomadas antes de que yo me hubiera decidido a ello.

Ahora me da igual. Me da igual que esté predestinada o no. Ya no tengo miedo. No tengo miedo a lo desconocido, a perder mi libertad.
Me he confiado a algo más grande e incomprensible, algo que no necesito cuestionar.
O tal vez es que ya he encontrado la respuesta a todas mis preguntas.

AMAR.

He nacido para amarte. Vivo para amarte. Y te amaré hasta la eternidad.

No hay comentarios: