lunes, 28 de diciembre de 2009

Dulce locura.

Puede que esté loca, porque hablo contigo cuando no estás. Acumulo todas las cosas que te quiero decir en mi mente, y allí, en lo más recóndito, te las cuento. No importa que no me escuches... o puede que sí lo hagas.

Puede que esté loca, pues no ha sido un largo periodo de tiempo, y al fin y al cabo son mi cabeza y mi percepción las que me juegan malas pasadas, pues soy consciente de que estás más lejos, y soy consciente de que no me puedo comunicar contigo.

Duermo lo más que puedo para que los días sean más cortos, y cuando despierto, hago mil cosas para manetenerme ocupada, pero por más que me esfuerzo en aislarte de mi pensamiento, es imposible... es un eco profundo arraigado en el subconsicente: Que llegue ya, que llegue ya.

Incomprensiblemente te he echado de menos. Puede que no haya tenido tiempo para hacerlo, pero empezó desde el momento en el que abandonaste las sábanas la mañana siguiente a Navidad.

Puede que esté loca, pero sólo quiero suplicarte... quédate a mi lado.

Te quiero.

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