lunes, 24 de febrero de 2014

La noche

Si el reloj se rompiera
aquí, ahora
ver tus ojos quisiera
sin más demora.

En vilo suspiros, 
la noche cerrada
las velas marchitas
en una hora acabada.

Rápido y lento,
la manta, tu espalda,
dulce tormento
senda vedada
camino prohibido
a partir de mañana.

Bésame hoy,
que el día se acaba,
y después de dormir
quién sabe si al alba
será todo un sueño
la ilusión demorada
de esta pasión sin dueño...

Que tu me acompañas
en horas sombrías
y el resto, a la luz,
las dejas vacías
esperando a la noche.

Que caiga el velo estrellado.

Ese dibujo dactilar
grabado
a fuego en la memoria.
Llévame otra vez a la gloria. 

La vida en pausa 
es angustia
teñida de conformidad. 

Si el amor es el amo 
caprichoso del tiempo
dejarlo varado 
no es sino castigo
para dos enamorados.

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