sábado, 24 de octubre de 2015

Qué sienten...

¿Qué sienten las hojas al desprenderse de las ramas? Planean momentáneamente antes de aterrizar para desquebrajarse bajo las pisadas indiferentes de los viandantes. Brotes verdes las sustituirán ingenuamente cuando el invierno olvide su muerte y de paso a la primavera.

¿Qué siente la caracola viuda arrojada despiadadamente a la orilla por las olas? Una estructura vacía y brillante que evoca la melodía de océano, condenada a yacer enterrada bajo a arena hasta que su superficie se erosione y se desintegre en pequeños cristales huérfanos del mar.

¿Qué siente ella ahí sentada, contemplando las palmas de sus manos como si las líneas fuese a contarle una historia? La suya. Como si ella fuese vidente y supiera interpretar. A ella no la erosionan el viento ni la sal. La vida es suficiente.

No hay comentarios: