miércoles, 17 de octubre de 2012

Diego Soler

No sabes quién eres. No sabes dónde vas. Y por primera vez, ésto te preocupa. No te inquietes, se llama madurar. Aunque, siendo sinceros... ¿Hay alguien que lo sepa con seguridad?

Los seres humanos evolucionamos, pero la esencia, la esencia no cambia. No tengas miedo de mirarte en el espejo. Es un paso difícil, pero hay que hacerlo. De todas fromas, no te preocupes, no vas a encontrar nada de lo que vayas a avergonzarte. Nadie es perfecto, por supuesto. Pero en ti pesan más las cosas buenas que las malas.

¿Quién es Diego? ¿Cuál es su sitio en el mundo? Es algo que tienes que descubrir por ti mismo, el motivo por el que quieres estar solo, para que nadie interceda o influencie tu búsqueda. Sin embargo, el ser humano es un animal social, y en gran medida somos aquello que proyectamos en los demás.

Diego es un equilibrista. Un proyecto de sabio. Te gusta aprender y sientes curiosidad por absolutamente todo, quieres experimentar cada cosa que se presente en tu camino. No eres nada radical. Eres tranquilo y te gusta ver todas las perspectivas de las cosas. Aun así, tienes la mente clara, ágil, con ideas bien establecidas. Eres independiente, te gusta encontrar tu propio camino, aunque a veces la pereza, el miedo o la incertidumbre te impiden avanzar. No te gustan los conflictos, pero no eres cobarde, sólo sensato, cauto.
Te gusta socializar, pero hay una parte de ti que siempre te reservas. Sin embargo, tu sentido del humor, tu simpatía y tu facilidad de conversación hacen que gustes en seguida a tu alrededor.
Eres sencillo, disfrutas de los pequeños placeres de la vida; comer, una excursión, una peli, un juego. Te gusta ser eficiente, no soportas perder el tiempo. Te gusta arreglar cosas.
Eres generoso y responsable. Te gusta ayudar a los demás, hacer las cosas bien, dibujar sonrisas, crear felicidad.
No eres ambicioso, no sueñas con la grandeza. Pero hay en tí un pequeño héroe escondido, deseoso de salir al exterior, quequiere hacer lo que esté en su mano para mejorar el mundo, porque cree en el bien y la justicia.

Te he visto reir, te he visto llorar. Te he visto dormir. te he visto ilusionado, preocupado, aburrido, divertido. Te he visto sufrir y también amar. Te he visto feliz. Te conozco como la palma de mi mano, sé cómo piensas, se lo que te asusta, y lo que te alegra.

Y por eso puedo decir que eres una buena persona, sabia, con un alma fuerte y deseosa de vivir aventuras, de aprender y experimentar. Y de hacer felices a los demás.

Yo te lo ofrezco todo. Hasta hace no mucho así lo creías. Mi oferta no ha cambiado. No te impongo un camino, sólo quiero compartirlo contigo. No quiero ser un estorbo. No quiero estar encima de ti. No quiero ser tu madre. Sólo quiero que volvamos a ser el equipo fantástico que éramos. Ser tu compañera. Espero que no tardes en darte cuenta.


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